
Este tipo de espécimen femenino se muestra sumisa y debilitada la mayoría del tiempo, aunque en realidad sea invencible y lleve adelante tácticas premeditadas poco “saludables” para el resto, siempre en pos de su objetivo.
La mayoría del tiempo, creerás que “la mosquita muerta” es sentimental sin cansancio, sensible por naturaleza y frágil como un bizcochuelo de limón, pero lo cierto es que cada vez que pueda, caminará sobre las cabezas de sus pares sin el más mínimo reparo o consideración.
“La mosquita muerta” es obstinada y egocéntrica, y aunque parezca de lo más bondadosa, esconde en su interior un sinfín de maldades jamás confesadas.
Siempre tiene un plan y un objetivo masculino bien definido que, para colmo de males, casi siempre será el mismo hombre que a vos te quita el sueño desde hace años.
Por lo general se muestra recatada e intenta pasar desapercibida para lograr calladamente sus objetivos maliciosos.
Aparenta ser tímida y calladita aunque a puertas adentro y en confianza, suele ser provocadora y bastante pervertida, confirmando el hecho que no le importará un comino si está en el medio entre vos y tu hombrecito, porque justamente para eso han venido al mundo.
Su táctica es materia archi conocida para nosotras, aunque ellos juren y perjuren que no pueden advertir sus ocultas intenciones.
Cada sonrisa tímida esconde un secreto oscuro que la llevará a obtener siempre lo que quiere y a cualquier precio. Atrás quedará tu amistad con ella, la buena onda y lo muy “chica bien” que aparentaba ser.
¿Qué hacés ante una de estas mujeres? Nunca intentes poner en evidencia a una “mosquita muerta” porque tendrá la suficiente cintura como para hacerte ver como una “mujer alterada” y “perseguida”.
Mejor mantente alerta, observala en silencio, no les des el lugar que está buscando y de paso llenala de silencios iguales a los de ella para ver como reacciona ante tanta igualdad de condiciones.
Como sea, tené mucho cuidado si una de estas especímenes anda cerca y aprendé a utilizar tus artimañas femeninas para detectarla al instante porque por lo general, pasa inadvertida hasta el mísmimo momento en el que se cruza ante tus ojos sonriente por estar muy aferradita de la mano de quien, hasta ese momento, era el amor de tu vida y te quitaba el sueño noche de por medio... ¡Creeme, lo mejor es mantenerse alerta y lo más lejos posible de ellas...todo el tiempo!
Por Julieta Gáname (Texto publicado en el suplemento "Mujeres al día" del diario Día a Día - Sábado 23 de Enero de 2010)