Nosotras y el mundial: ¿Qué hacer en tiempos de fútbol?

Si nos sobraban motivos para sentir que molestábamos en sus rituales de fin de semana, desde hace un tiempo y por bastante más, sumamos uno nuevo a la lista: el mundial de fútbol.
Desde que larga “la previa futbolera” y hasta que termina, nos cansaremos de escuchar conversaciones idénticas entre él y sus amigos, en las que una y otra vez discutirán acaloradamente decisiones del tipo de poner a un jugador u otro, tácticas de juego, mejor estrategia en la cancha, la concentración ideal y lo mucho o poco que cuestan las remeras celestes y blancas. Y lo que es peor es que, por muy interesante que sea nuestro “aporte” a las conversaciones en cuestión, durante la época “mundialera” dejaremos de ser sus mujeres para pasar a ser simples “esclavas” o lo que es peor, “arbustos” que deberán correrse del frente cada vez que nos pongamos delante del preciado televisor.
Como sea, no podremos zafar de estas conversaciones monotemáticas porque además de ellos, nuestros compañeros de oficina discutirán durante horas por lo mismo y en cada charla familiar, en la que haya más de dos hombres, el “tema” elegido serán esos once jugadores que disputarán la copa.
Debo admitirles que, aunque disfrute de ver algún que otro partido de vez en cuando, esto es una plaga difícil de controlar, todo se llena de celeste y blanco (y cuando digo todo es TODO), los hogares se preparan para la fiesta (que se disputa en el otro extremo del globo) los asados se vuelven moneda corriente y por supuesto, el alcohol comienza a adueñarse de nuestros hombres que, de cada partido, harán una excusa para reunirse con sus “amigotes”, esos que ensucian nuestro departamentito a más no poder cada vez que llegan de visita.
Sin embargo y aunque parezca demasiado, el tema no termina ahí sino que se potencia porque inevitablemente éstas situaciones de “hincha furioso del mundial” no se limitan a los partidos en los que Argentina dispute el triunfo, algo que aceptaría sin problemas, sino que todo aquel partido del mundial (aunque jueguen dos países que no hayan escuchado nombrar jamás) será la clave para la “juntada masculina”, con cervezas de mano en mano, kilos de carne y comida variada, y como si fuera poco, el pedido exagerado de “do not disturb” en cada conversación que tengamos, o intentemos tener con nuestros hombres.
De repente, y estando a escasos días del campeonato mundial, se vuelven unos autómatas sin remedio, con los que no podés contar ni para que te alcancen un vaso de agua y mucho menos para tareas que requieran de cierta inteligencia o atención, por supuesto.
Entonces, la pregunta del millón… ¿Qué nos queda a nosotras en estos tiempos de fútbol? No mucho mis queridas, salvo reunirse con amigas (porque estarán en la misma situación que nosotras), tomarse unos mates con nuestras madres, y si él paga la tarjeta de crédito, salir de Shopping y reventarles el saldo disponible, porque de ninguna manera advertirán que llegamos con cientos de bolsas, se los juro.
¿Quedarse con ellos e intentar compartir una actividad en “equipo? Nada más lejano, porque invariablemente ante nuestros comentarios “poco felices” para ellos, sólo escucharemos un “shhhhhhh” generalizado que nos hará sentir más inútiles de lo que nos sentimos una vez cada cuatro años con la llegada del mundial.
En fin, es nuestro tiempo y ante la inminente realidad, comencemos a disfrutar de una soltería al cien por ciento hasta que el campeón mundial haya obtenido su copa. ¿Punto a favor? No corremos riesgo de “gorreo” bajo ningún punto de vista porque ni para eso perderán un minuto de los partidos, se los aseguro.

Por Julieta Gáname (Texto publicado en la Guía de Supervivencia Femenina de Ay Love - www.ay-love.com )

1 comentario:

maru dijo...

jajaja es genial! y muy real, lo del gorreo me mato
segui escribiendo!
Salu2 Maru.

Como para encontrarle la vuelta al mundial!!! (se hace lo que se puede chicas!!!)